En el magnífico Tri de Cullera del 11 de mayo pasado (750 mts. de natación, 20 kms. en bici y 5 kms. de carrera a pié), sobreponiéndome a la angustia durante el tramo de natación, disfrutando de la bici y corriendo a pié, a tranco de burro, pero tranqui, bien,  finalicé con alegría mi primer triatlón.

 Información previa:

   “A la vejez... viruelas”: dicen en mi país (Chile). Cuando en agosto pasado cumplí los 53 años, comencé a correr a pié con la pretensión de participar en alguna carrera popular y tener una alternativa deportiva al ciclismo –que he practicado desde joven, con algunas carreras y marchas CT incluidas-. Luego de mis primeras populares de 10 y 15 kms., a una media de entre 5 y 4.45 el km., comencé a pensar en participar en algún duatlón y a fantasear con el triatlón.

   Aunque siempre me gustó el triatlón, nunca imaginé que podría participar, dadas mis dificultades para nadar. Aunque nado desde joven, mi nivel es el de nadar en la piscina o en la playa unos pocos metros, divertirme con mis hijos y amistades jugando con las olas, bucear un poco, no ahogarme cuando he volcado navegando en Laser o similares, y nada más. En cuanto a técnica, lo que más nado y practico es un símil crawl y algo de símil espalda que casi no practico.

   Ante tremenda ilusión y/o pretensión, a fines de 2002 me empecé a conectar con el mundillo del triatlón a través de la Web de la FTCV, de la lista de correo triatlocv, del popular Ximo Villarroya y de los buenos triatletas y excelentes compañeros del Club Triatlón Valencia, club al que pertenezco y en el cual me han dado una fraternal acogida que destaco y agradezco.

   Comencé a entrenar las diferentes disciplinas, con mayor dificultad la natación, en la que últimamente, 2 ó 3 veces por semana, hacía entre 1000 y 2000 mts. (símil crawl con algunos ejercicios de técnica) en la piscina del Poli de Patraix.

   Mi buen amigo Jesús Deval me motivó e inscribió para el tri de Cullera y, un día antes,  fuimos junto a otros compañeros a Cullera, a probar el neopreno que me facilitó. Menos mal que fuimos. Digo esto porque a mi temor de nadar 750 mts. en el mar, sin las referencias e impulsos cada 25 mts. de la piscina, agregué una sensación desagradable y angustiante por el sube y baja de las olas o por lo que sea, que no me esperaba. Menos mal, porque así iría sabiendo un poco más con lo que me encontraría.

   El día famoso. El 11 de mayo. La playa de Cullera con un lindo día, en toda su hermosura. Muy buen ambiente y lo mejor, agua a una temperatura agradable y mar tranquilo. 09:00 hrs: patitas en el agua y ubicado junto a los últimos, esperando la orden de salir. Primeras brazadas símil crawl, bien, voy cerca de algunas triatletas a las que sigo y después de algunos minutos, al mirar buscando la 1ª boya,  me parece más lejana de lo que querría. Luego de otras brazadas vuelvo a mirar y además de seguir sintiéndola lejos, veo (o quizás serían alucinaciones) a alguien nadando de espalda. Como me estaba angustiando un poco, me parece apropiado probar de nadar un poco de espalda. Lo hago y me siento mejor. Procuro nadar nuevamente crawl, pero me viene una sensación de angustia, incomodidad que no se cómo expresar, por lo que continúo de espalda. Giro en la 1ª boya y dos veces más vuelvo a intentar nadar crawl, con la misma sensación anterior. Dadas mis sensaciones y las circunstancias, decido seguir de espalda hasta que encalle en la arena o muera en el intento. Menos mal que una  piragua con un juez o colaborador, me acompaña y me ayuda a orientarme. Después de unos minutos que me parecieron eternos y antes de encallar, percibo que ya puedo pisar la arena, me pongo de pié e incentivado por Jesús, Álvaro y otras personas que me alientan, salgo del agua el último, pero feliz de haber salido e imaginando que podré finalizar mi primer triatlón. Me voy sacando el traje, llego a mi lugar en la transición, que hago sin duda torpemente, pero la verdad que unos segundos más o menos, no me preocupan. Empiezo con la bici y a los pocos metros me junto con otros tres tri que supongo me llevan una vuelta. Hago con ellos tres vueltas  y la última sólo. En todas voy adelantando algun@s triatletas. Luego la última transición y a correr: esto es más difícil que la bici, pero me voy defendiendo. Me pasan creo que dos y paso a otras dos. A mi tranco de burro voy avanzando y, poc a poc, después de 1hora, 28 minutos y 41 segundos, finalizo mi primer triatlón.

Mis tiempos, incluidas y considerando mis limitaciones y torpezas, fueron:

0:20:13; 0:41:35 y 0:26:53. Total: 1:28:41. Más tiempo que la mayoría, pero por los mismos 12 euros.

Un saludo fraternal para todos, de un triatleta más lento que vosotros, pero triatleta al fin.

Carlos Moukarzel